Tal y como informa Deadline, Canal+ ha decidido aumentar su participación hasta el 29% en Viaplay con el objetivo de recapitalizar este grupo escandinavo, que atraviesa una dura situación económica. De esta forma, el mítico canal de televisión por suscripción francés, controlado por Vivendi a través de su filial Groupe Canal +, tratará de rescatar a esta compañía de streaming sueco operada por Viaplay Group, que ofrece en varios países de Europa contenidos dedicados a series, películas y la transmisión de eventos deportivos.
Ya en julio del pasado año, Canal+ había adquirido una participación inicial del 12%, también con el mismo fin, pues ese mismo día Viaplay Group había anunciado el despido de al menos el 25% de su plantilla; pero ahora el aumento ha subido más del doble, pues en los últimos meses los despidos habían crecido en número hasta al menos el 30%. Con este nuevo plan, el objetivo es recaudar 4.000 millones de coronas suecas (391 millones de dólares), amortizar 2.000 millones de coronas en deuda y renegociar los términos de la deuda acumulada por la compañía que alcanzan los 14.600 millones de coronas.
Así se pondrá fin a unos meses muy duros para Viaplay, que se pronunció en un comunicado acerca de este plan de recapitalización: «Esto significa que el programa de recapitalización de Viaplay Group propuesto por el Consejo de Administración el 1 de diciembre de 2023 puede avanzar según lo previsto, como lo resolvió la Asamblea General Extraordinaria de acuerdo con las propuestas del Consejo de Administración a la Asamblea General Extraordinaria como parte del programa de recapitalización».
Durante los últimos meses, además, se produjeron algunos importantes movimientos en la cúpula de Viaplay debido a su situación financiera. En junio de 2023, su director general, Andrés Jensen, dimitió con efectos inmediatos, entrándole a sustituir Jorgen Madsen Lindemann, ex director general de la antigua empresa matriz de Viaplay, MTG, quien fue el encargado de acometer el plan de despidos y otras medidas como la retirada de mercados menos importantes, como el Reino Unido, Estados Unidos y los países bálticos. Lindemann llegó a achacar los motivos de la situación de la compañía a una tormenta perfecta que mezcló algunos problemas «externos y otros de nuestra propia creación».
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