Todos nos hemos dado cuenta de esto, más aún ahora con los últimos anuncios deportivos en vivo. La oferta de Netflix ya no es comparable únicamente a la «vieja» televisión de pago, la de contenidos premium y de altísima calidad, sino que ofrece un catálogo diversificado por géneros y contenidos que van desde proyectos más de consumo hasta de autor. A excepción de los informativos, que están ausentes, es una oferta que podríamos definir como generalista.
La confirmación también surge de alguna manera de la entrevista concedida a The New York Times por Ted Sarandos, co-CEO de Netflix . Y en particular de algo que, de alguna manera, el directivo lamenta haber dicho allá por 2012: «Si hay algo de lo que me retractaría es cuando en 2012 nosotros (Netflix) dijimos que antes de convertirnos en HBO, HBO se convertiría en nosotros«. HBO, como es sabido, siempre ha sido un símbolo de la mejor producción televisiva, el cable por excelencia (desde Los Soprano hasta Sexo en Nueva York), tanto es así que el primer Original de Netflix, House of Cards, contribuyó a darle a la plataforma este posicionamiento. Sin embargo, las cosas han cambiado: «Lo que debería haber dicho es que queríamos ser HBO, CBS, BBC y todas las diferentes cadenas del mundo que entretengan a la gente, y no sólo acercarnos a HBO», dijo.
Un punto de inflexión necesario en un momento en el que Netflix pretende llegar a una audiencia potencial de 650 millones de personas. De ahí también la entrada de la publicidad , creada -dice Sarandos- para dar una oferta a ese segmento del público (hasta ahora desatendido) que no está interesado en que haya publicidad, sino que sólo quiere un precio más bajo . La competencia es cada vez más amplia, competimos por el tiempo frente a la pantalla, que por tanto incluye las redes sociales, las aplicaciones de streaming y los juegos, dando una razón para elegir (leer, suscribirse) incluso cuando nos enfrentamos a ofertas gratuitas. En Netflix, por tanto, puede haber de todo, incluido el deporte. Con la única excepción, aparentemente, de los informativos: «la gente no nos busca para esto».
Sarandos también da una pequeña explicación de cómo funciona el algoritmo de recomendación y cómo el éxito de un contenido local puede llegar a ser internacional. Para ello, cita la serie británica Mi reno de peluche: cuando un título se convierte en un éxito en un determinado país (en este caso el Reino Unido), el algoritmo tiende a proponerlo con mayor frecuencia también en otros, para que otros usuarios lo intercepten. Por eso, explica, el contenido local auténtico funciona.
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