El resurgir de las series diarias

El estreno en otoño, en Disney+, de Regreso a las Sabinas, la primera serie diaria de una plataforma de streaming, consolida el buen momento que están viviendo estas ficciones en España, donde las historias románticas de época siguen dominando.
|||||||||||conceptual polygonal tree abstract vector|Amar es para siempre

El final, a principios del pasado mes de marzo, de Amar es para siempre parecía marcar el cierre de una era en la televisión española. La veterana serie diaria había arrancado originalmente en La 1 en 2005 (con el título de Amar en tiempos revueltos) y, en su mudanza a Antena 3 ocho años más tarde, contribuyó a dar un giro importante al formato en la televisión nacional, centrándolo más en temáticas de época desde las juveniles y contemporáneas que dominaban las parrillas. Su último episodio se emitió en prime time, medida de la importancia que la serie tenía para su cadena, y lo que podría haber sido el carpetazo a una época de gloria de estas ficciones, representó más bien una entrega de antorcha a una nueva cosecha de títulos.

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Amar es para siempre arrancó originalmente en La 1 (Amar en tiempos revueltos) y ocho años más tarde contribuyó al giro en temáticas de época.

Esta hornada reciente de series diarias escenifica un resurgir de un formato que, tras las despedidas de Acacias 38, en La 1, y El secreto de Puente Viejo, en Antena 3, parecía abocado a languidecer en unas parrillas que pasaron a centrarse en concursos y magacines de tarde. Pero la capacidad de fidelización de la audiencia de estas series siempre acaba por traerlas de vuelta y, de hecho, bien puede ser la razón que haya llevado a Disney+ a convertirse en la primera plataforma de streaming que produce en España una de estas ficciones. Ese es el mejor síntoma de su renacer.

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4 estrellas, en emisión en La 1

LA APUESTA DE DISNEY+

El proyecto en cuestión se titula Regreso a las Sabinas y arrancará su emisión, de lunes a viernes, en otoño. Cuando se presentó, Sofía Fábregas, vicepresidenta de producción original, aseguraba que era «una pieza fundamental dentro de la estrategia de la compañía. Es la primera vez que una plataforma en España decide apostar por un formato de emisión diaria. Hemos elegido el melodrama clásico por el fuerte arraigo que tiene en la audiencia, pero modernizándolo, con una factura premium». Significa también una diversificación en el tipo de series que Disney+ está produciendo mayoritariamente en España, con más énfasis en thrillers como Tú también lo harías o Las largas sombras.

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Cristóbal Balenciaga, una de las apuestas de ficción de Disney+.

El año 2024, no obstante, arrancó para ellos con dos éxitos de crítica que no podían ser más diferentes: Cristóbal Balenciaga, sobre el famoso modisto vasco, y Nos vemos en otra vida, que abordaba los atentados del 11 de marzo de 2004 desde el primer condenado por ellos, un adolescente de 16 años. La apuesta por Regreso a las Sabinas busca reforzar su aún reciente posición como productor de ficción original en España, y lo hace con un tipo de serie que ya ha probado antes su valía. Detrás de ella está Diagonal TV, que se encargó, precisamente, de Amar es para siempre, y sigue a unas hermanas que, tras años sin verse, han de volver a casa para cuidar de su padre. Esa vuelta las situará también frente a viejos amores y rencillas del pasado, una trama clásica del formato que protagonizan, entre otros, Olivia Molina, Celia Freijeiro, Natalia Sánchez, Andrés Velencoso y Ángela Molina. El componente romántico se mantiene, pero la serie sí que escapa de la tendencia de las cadenas españolas por los dramas de época y se enmarca en la actualidad, tirando de localizaciones naturales y exteriores. La aspiración de Disney+ es que la ficción cree cita entre sus suscriptores y que siga el camino de las series diarias de las cadenas en abierto, que siempre son las más vistas en sus servicios de streaming. El pasado mes de abril, por ejemplo, entre las 25 emisiones más vistas en diferido, y según datos de Kantar Media, figuraban doce capítulos de La promesa (La 1). En marzo, en ese listado entraba también Sueños de libertad (Antena 3), con siete emisiones. En ambos casos, eran las únicas ficciones, junto con la comedia de Movistar+ Plus, Muertos SL, entre retransmisiones deportivas y programas de entretenimiento como Masterchef o Tu cara me suena.

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La promesa (La 1), uno de los contenidos más vistos en diferido

LAS RAZONES DEL RENACIMIENTO

«Las series diarias tienen algo, culturalmente, que viene del folletín, que venía de la radio. Hay algo de conectar con el público, de engancharlo y fidelizarlo que no lo tienen las otras series», afirmaba en un evento Borja Glez. Santaolalla, antiguo coordinador de guion de Amar es para siempre y guionista de 4 estrellas (La 1), para explicar el hueco que siempre encuentran entre los espectadores. «Esa cercanía crea un pacto de lectura único porque todos los días estás viendo a esos personajes, estás evolucionando con ellos», añadía, apuntando al mismo tiempo un cambio que se ha producido en el público en los últimos tiempos que también puede estar detrás de este resurgir de estas series: «Tenemos una audiencia que se está empezando a desprejuiciar. Poco a poco, se les está dando la importancia que tienen por la gente que arrastran».

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Rodaje de Mía es la venganza

Esa falta de prejuicios ha llevado a que un público algo más joven de lo habitual se acerque a estas series, que tradicionalmente se han asociado a audiencias femeninas de cierta edad. Es probable que esto haya ocurrido, en parte, porque se han animado a incluir temáticas LGTBIQ en sus episodios, sobre todo, historias de amor imposibles entre dos mujeres. Amar en tiempos revueltos y Seis hermanas lo habían hecho antes que Amar es para siempre, pero fueron Luisita y Amelia en esta quienes tuvieron más éxito y más tirón entre la audiencia. Hasta llegaron a tener su propio spin-off en Atresplayer, #Luimelia. Les siguieron Maite y Camino en Acacias 38 y, en las series más recientes, Luz y Ainhoa en 4 estrellas y Marta y Fina en Sueños de libertad. Estas parejas congregan una gran actividad en redes sociales y las hacen llegar más lejos de su público habitual, y parecen confirmar otra máxima que apuntaba Borja Glez. Santaolalla sobre estas series, y es que su emisión por la tarde permite animarse a probar cosas que no se hacen en ficciones de prime time, como mezclar géneros o tocar asuntos de la historia reciente de España como, por ejemplo, el asesinato de los abogados laboralistas de Atocha en 1977, que centró una temporada de Amar es para siempre.

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La Moderna

LA ÉPOCA SIGUE DOMINANDO

El éxito de esta serie, cuya trama arrancó originalmente antes de la Guerra Civil y fnalizó a principios de los 80, tiene parte de la culpa de que la gran mayoría de las series diarias en España sean de época. De las seis estrenadas esta temporada, solo dos se ambientan en la actualidad: Mía es la venganza, en Telecinco (que es la única que terminó retirada de la programación) y 4 estrellas, que es otra rara avis porque se inclina más hacia la comedia que al melodrama y porque La 1 la emite en el access prime time, un horario inusual para este tipo de ficciones. De hecho, eso la convertirá en la gran sacrificada cuando llegue David Broncano a la cadena pública.

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Sueños de libertad es otra de las series diarias que fideliza a la audiencia. Sustituye a Amar es para siempre en Antena 3

Los otros dos títulos de La 1 se mantienen en esa tendencia de mirar al pasado. La promesa se ambienta en el palacio de unos marqueses en 1913, mientras La Moderna (adaptación del libro Tea Rooms, de Luisa Carnés), se sitúa en 1930. La serie que sustituyó a Amar es para siempre en Antena 3, Sueños de libertad, transcurre en 1958, y la nueva ficción que TVE tiene en producción tampoco escapa a esa moda. Se titula Valle salvaje y tiene lugar durante el reinado de Carlos III, en el siglo XVIII. Todas ellas giran alrededor de tramas románticas que deben superar diversos obstáculos puestos, en su mayoría, por el contexto histórico en el que tienen lugar y se encuadran dentro de ese melodrama que comentábamos anteriormente. En ese aspecto, la asignatura pendiente de este renacido interés por las series diarias es recuperar la variedad de temáticas presente en las ficciones estrenadas a finales de la década pasada, que iban desde lo policial (Servir y proteger) a lo médico (Centro médico).

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Amar es para siempre

De todas maneras, este resurgir apunta a no ser algo pasajero, sino que las cadenas vuelven a apostar por ellas. Que Antena 3 tuviera en producción otro título para sustituir a Amar es para siempre tras su final es indicativo de que todavía confía en este formato, del mismo modo que es una buena noticia que TVE reactive su apuesta por él. Los cierres bastante seguidos de Acacias 38 y Mercado Central, en 2021, y el de Servir y proteger dos años más tarde parecía apuntar a un declive que, en realidad, no era tal. Y lo que sí se aprecia es un aumento de los valores de producción de las nuevas series. Evidentemente, Disney+ es capaz de dotar de un presupuesto mayor de lo habitual a los 70 episodios que compondrán Regreso a los Sabinas, pero no es la única. Desde Antena 3 se promocionaba Sueños de libertad afirmando que es una superproducción, que también sale de los platós habituales y rueda en localizaciones naturales en los alrededores de Madrid, y lo cierto es que consiguió ser incluida entre las series más destacadas en la tradicional conferencia Fresh TV Fiction que la empresa The Wit da en el MIPTV de Cannes.

UNA NOVEDAD EN ESTADOS UNIDOS

Esta renovación de las ficciones diarias que ha vivido España podría ocurrir también en Estados Unidos, donde la parrilla de soap operas está ocupada por títulos veteranísimos, con décadas de emisión a sus espaldas (General Hospital, por ejemplo, se estrenó en 1963). Así que fue una sorpresa el anuncio de que CBS se encargará de ofrecer a los espectadores una nueva trama de gente rica pasándolo mal, que es de lo que van la mayoría de las diarias norteamericanas. El año que viene arrancarán las emisiones de The Gates, protagonizada por personajes afroamericanos y la primera soap opera que se estrenará en el canal desde 1987, cuando lo hizo The young and the restless. La noticia era inesperada porque las cadenas en abierto han ido cerrando algunas de sus telenovelas o, directamente, mudándolas al streaming, como hizo NBC con Days of our lives en Peacock. Pero CBS quiere que The Gates avance en una mayor diversidad racial en su parrilla, algo que todo el sector lleva impulsando ya unos cuantos años.

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Fotograma de Cristóbal Balenciaga (Disney+)

Sheila Duckworth, presidente de la colaboración entre CBS Studios y la asociación NAACP que produce la ficción, aseguraba que «esta serie se dirigirá a una audiencia que ha sido tradicionalmente poco atendida, con el potencial de ser un momento revolucionario para la televisión en abierto». Será la primera soap opera diaria en estrenarse en más de tres décadas, así que ya ha llamado bastante la atención, especialmente porque la audiencia de estas series estaba más acostumbrada a la cancelación de sus favoritas que al estreno de nuevos títulos. Si The Gates funciona, quizá alguna de las otras cuatro cadenas en abierto se anime a seguir el ejemplo de CBS.

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Regreso a las Sabinas, la primera serie diaria de una plataforma OTT (Disney+)

Algo así ocurrió en España el año pasado, cuando Telecinco quiso competir contra Antena 3 y La 1 estrenando Mía es la venganza, que era igualmente su primera serie diaria desde el final de Yo soy Bea, en 2009. Entraba dentro del nuevo giro que la cadena quería dar a su programación tras la jubilación de Paolo Vasile y la cancelación de Sálvame, pero no consiguió conectar con el público, que probablemente ya no estaba acostumbrado a encontrar ficción después de comer en el canal de Mediaset.

Salvo por ese contratiempo, estas series siguen conectando con la audiencia. Sueños de libertad y La promesa suelen superar el 11% de cuota de pantalla y la cantidad de movimiento en redes sociales que la pareja Marta-Fina le ha dado a la primera no es despreciable. Como apuntaba Diego Soto, guionista de 4 estrellas, «hay un porcentaje de público que todavía se sienta a ver la televisión tradicional», y ese público está interesado en las ficciones diarias.

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