Fútbol, viajes, series clásicas británicas, anime, ficción turca, terror, cocina, reality shows… Un pequeño paseo por la oferta especializada que puede encontrarse en streaming en España destapa todo un mundo repleto de canales lineales temáticos, FAST y plataformas en los que los aficionados a un tema concreto pueden encontrar toda la oferta que quieran sobre él. También ha abierto una avenida de negocio para compañías más pequeñas, para las que es imposible competir con los gigantes del mundo OTT, pero que en este margen sí pueden encontrar un nicho que les permita no solo sobrevivir, sino hasta triunfar.
Y, probablemente, muchas de ellas quieran seguir el modelo de Crunchyroll, una de las plataformas de streaming especializadas más conocidas. Lo suyo es el anime (la ficción animada japonesa) en todas sus vertientes y nació, en 2006, a partir de la afición por esas series de cuatro estudiantes de la Universidad de California en Berkeley: Kun Gao, James Lin, Brandon Ooi y Vu Nguyen. Inicialmente se dedicaba al alojamiento de contenido, al estilo de webs como The Pirate Bay o eMule, pero en 2009 pasó a empezar a firmar acuerdos de distribución con productoras y canales de televisión, estrenándose con la serie Naruto Shippuden. A partir de ahí, su crecimiento fue imparable, hasta que AT&T (cuando era propietaria de Warner) se hizo con una parte significativa de su accionariado, en 2018, y Sony terminó comprando la compañía en 2020 por algo más de 1.100 millones de dólares. Actualmente, tiene unos trece millones de suscriptores en todo el mundo, incluida España.
Sam Reich, CEO de Dropout, un SVOD de comedia, afirmaba en un reportaje de The Hollywood Reporter que este negocio del nicho por suscripción era un modelo de negocio muy rentable: “Le diría a cualquier compañía mediática pequeña o de clase media que se lo plantearan”. Una de las razones para recomendarlo es la fidelidad de sus clientes. En ese mismo reportaje, Erick Opeka, responsable de Cineverse, dedicada al cine y la televisión más minoritarios, señalaba que “las grandes empresas no van a profundizar tanto como para servir a esos fandom o públicos”. Es decir, Disney+ y Netflix pueden estrenar bastantes series de anime, pero nunca llegarán a tener la misma variedad y cantidad que puede ofrecer Crunchyroll.
CONTRA LA ROTACIÓN DE CLIENTES
Los analistas de medios afirman que el streaming tiene, ahora mismo, dos tendencias que van a marcar su devenir en estos próximos años: por un lado, el bundle, o la creación de paquetes con varios SVOD diferentes, como el que Disney ofrece en Estados Unidos con Disney+, Hulu y ESPN+; por el otro, los contenidos de nicho. Porque uno de los grandes retos de las plataformas actualmente es la tasa de rotación de clientes, o churn, que sufren. Es decir, un suscriptor puede abonarse a Max para ver la segunda temporada de The last of us y, cuando termina, se da de baja hasta que haya otro contenido que le interese ver. Con el contenido de nicho, esa rotación se reduce porque el cliente ya está viendo algo que le interesa.
“Mientras exista un público con gustos especializados, el contenido de nicho seguirá siendo relevante y los canales que los emitan continuarán siendo imprescindibles para crear ese lugar común donde cada persona se sienta representada sin necesidad de perder mucho tiempo en la elección de lo que quiere ver”. Estas palabras de Dani Pérez, vicepresidente de programación de AMC Networks International para el sur de Europa resumen dónde está la pujanza de estos canales y plataformas, pujanza que se confirma con el Barómetro OTT de GECA de febrero de este 2025, centrado en el cine. Aunque los encuestados valoraban positivamente los catálogos de Disney+ (78,2%) y Netflix (75,4%), era el de Filmin el que más puntuaciones de “excelente” recibía (41,2%), y la plataforma especializada en cine de autor e independiente era la tercera en cuanto a valoraciones positivas en general (71,2%).
Esto quiere decir que los suscriptores aficionados a ese nicho concreto valoran más los catálogos más específicos, y es algo en lo que concuerda Eric González, responsable en España de la plataforma de terror Shadowz. “No es competencia de las plataformas generalistas, sino que es más bien una oferta complementaria”, explica, añadiendo que lo que busca Shadowz es “que la familia del terror en España pueda sentirse identificada y encontrar el material que le gustaría porque, precisamente, estos otros lugares, al ser generalistas, tienen tanta opción, que es muy probable que no encuentres la película de terror que te gustaría”. El nicho facilita la fidelización del público, lo que se traslada también a los canales de pago especializados, que son otra manera de ofertar contenidos de nicho.
El grupo AMC Networks tiene en España y Portugal más de una veintena, tanto lineales como agrupados dentro de su servicio de streaming AMC Selekt, y van desde la cocina (Canal Cocina) a la decoración (Decasa), el cine más comercial de Hollywood (Canal Hollywood) o el independiente (Sundance TV), la programación infantil (Panda), el true crime (AMC Crime) o la historia (Historia). “A día de hoy, los canales temáticos siguen teniendo un público fiel que acude a ellos porque sabe lo que va a encontrar”, explica Pérez, que añade que “la consolidación del streaming ha ayudado a que haya cada vez más contenido donde elegir, algo que es muy positivo cuando tienes un portfolio como el de AMC Networks en España. En nuestro caso, además, nos ha servido para ser muy rigurosos en la ordenación de nuestras marcas, su especialización y segmentación por géneros y perfiles de espectador. Nuestra misión es crear lugares reconocibles para nuestra audiencia”.
El caso de AMC Networks es, además, el de una compañía de canales lineales que ha ido adaptándose a la penetración del streaming creando su propio SVOD, y donde algunos de sus contenidos funcionan mejor en un lugar o en otro. Pérez apunta que “el consumo lineal sigue formando una parte importante de nuestra audiencia, aunque los canales de ficción y concretamente las series, como AMC y SundanceTV, cada vez tienen un mayor consumo bajo demanda”. Sin embargo, dos de sus canales más populares, como son Canal Cocina y Decasa, tienen una mayor audiencia en lineal, tendencia que se repite con los de documentales, como Odisea.
QUIÉN VE LA OFERTA DE NICHO
En el comportamiento de ese público resulta importante la temática del canal o plataforma que esté viendo, que también tiende a apelar a ciertos sectores demográficos más que a otros. Por ejemplo, un SVOD de terror como Shudder tiene una mayoría de público joven (un 36,5% de sus clientes tienen entre 25 y 34 años) y mayoritariamente masculino (59,8%), y el terror es, de hecho, uno de los contenidos de ficción de nicho más populares en streaming. Además de Shudder, en España están presentes servicios VOD como el ya mencionado Shadowz y Planet Horror y canales como DARK o los pop-up que, por ejemplo, lanza Movistar Plus+ durante fechas concretas, como Halloween.
La característica principal de este público al que se dirige esa oferta de nicho es su mayor fidelización, como explica Mandi Ciriza, vicepresidenta senior de los canales de estilo de vida de AMC Networks International para el sur de Europa y Latinoamérica: “Los canales especializados tienen un espectador más fiel que pasa más veces y más tiempo por el canal, a diferencia de los más generalistas, que atraen a un público más amplio, pero más voluble. Por tanto, el perfil lo marca la temática del canal. Por ejemplo, a nivel sociodemográfico Canal Cocina es más unisex que Canal Decasa, que es más femenino. Sin embargo, ambas marcas comparten público, ya que las temáticas de gastronomía, decoración y reformas generan un interés compartido”.
Y dentro de esas plataformas temáticas, la audiencia aún se segmenta más dependiendo de los contenidos concretos. Si tomamos como ejemplo DAZN, dedicada a la retransmisión en directo de deporte (sobre todo, fútbol y motor), la Fórmula 1 atrae a un público de alto poder adquisitivo y entre los 18 y los 55 años, que ve las carreras mayoritariamente a través de la televisión (88%), según datos de Kantar Media. Es una audiencia más especializada que la que ve, por ejemplo, LaLiga, más general.
LOS CONTENIDOS DE NICHO EN ESPAÑA
La oferta de nicho, por tanto, se ha ido abriendo camino no solo a través de servicios de streaming y canales temáticos de pago, sino también a través del FAST y de los canales que se incluyen gratis en el catálogo de las Smart TV y de los dispositivos de televisión como el Fire TV de Amazon o Apple TV. La oferta disponible allí es casi inabarcable, con contenidos que abarcan desde la ficción a los deportes, el estilo de vida, los viajes, la gastronomía, el fitness, la divulgación, la música… Algunos de esos canales son, por ejemplo, ON Flamenco, iFood TV, Gaia (dedicado al yoga), los deportivos FuboTV y Red Bull TV (especializado end deportes extremos), Arte, YuppTV (ficción india)…
El negocio del nicho atrae, además, a compañías e instituciones que quieren potenciar su marca a través de un VOD que ofrezca a sus fans todo lo que les gusta. En ese lado encajan, por ejemplo, CaixaForum+ o LaLiga+. Y los agregadores de canales FAST, como Runtime o Pluto TV, pueden crear canales muy específicos centrados en, por ejemplo, una serie (como Águila Roja en el caso de la primera) que satisfagan el interés de un nicho de clientes más pequeño, pero más fiel.
El repaso por toda la oferta temática en España resulta casi inabarcable. Pueden destacarse, sin embargo, algunos casos curiosos, como la segmentación de la oferta de ficción por su nacionalidad. Así encontramos iQiyi (china), Vix (latinoamericana), Acorn TV (británica), Kanal D Drama (turca) o Crunchyroll (anime asiático). En el entretenimiento, hay dos casos muy de nicho que, sin embargo, se dirigen a un público muy fan de esos contenidos: se tratan de Hayu, centrado en reality shows de la cadena estadounidense Bravo (específicamente, la franquicia The real housewives) y WOW Presents Plus, la plataforma de la productora de RuPaul’s Drag Race, que ofrece ahí todas las versiones internacionales del programa (menos Drag Race España, disponible en Atresplayer).
En España no se ha llegado al nivel de Estados Unidos de que una cadena de restaurantes de comida rápida tenga su propio VOD (caso de Chick-fil-a), pero la cada vez mayor popularidad de los canales FAST abre la puerta a la creación de más lugares donde los espectadores interesados en contenidos concretos puedan dedicar horas y horas de su tiempo a verlos, que es el sueño de cualquier plataforma de streaming que se precie. Eric González cree que el futuro del streaming va hacia esa fragmentación de contenidos: “Cada vez hay más cantidad (de producción), cada vez hay más consumo de esto, cada vez, la gente demanda más entretenimiento, por lo que no me extrañaría absolutamente nada que las plataformas se identificaran con un nicho o con un género específico. Me parecería muy razonable”. Esta tendencia apunta a que va a ser uno de escenarios próximos del negocio de las OTT, junto con las retransmisiones en directo, sistemas de catalogación y recomendación por inteligencia artificial, un mayor énfasis en el consumo a través del teléfono móvil y el regreso de los visionados inmersivos.
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