Guionistas de emergencia

Para que el engranaje de una serie funcione, sobre todo en series diarias pero también en alguna de Prime Time, existe una persona encargada de que cada episodio salga adelante sin sobresaltos, con una trama coherente y sin fisuras: el guionista de plató .

Sólo hay que ver los créditos de una serie para descubrir la cantidad de gente que hace falta para sacarla adelante. Entre todas esas personas, existe una figura desconocida no ya para el público, sino incluso para la propia industria: el guionista de plató. Se trata del “nexo entre el equipo de guion y el rodaje del día a día”, asegura Casandra Balbás, que ha trabajado como tal en Valle Salvaje. Guillermo Escobedo, que ya ha ejercido este rol en tres series diferentes, explica que el guionista de plató trabaja sobre lo que ya está escrito adaptándose en tiempo real a lo que ocurre en el set de rodaje. “Es un guionista en directo”, asegura.  

 

Algo con lo que José Ángel Domínguez, que trabajó en el plató de La Moderna, coincide sin dudar: “Un guionista de plató es un guionista de urgencia” que atiende cualquier problema narrativo que pueda surgir en rodaje. “Incluso si hay que reescribir secuencias completas o inventarse una de la nada para que encaje con lo ya rodado”, completa Beatriz Arias, que tuvo que emplear mucha psicología en el set de Cuatro Estrellas: “Un día ganarás tú la batalla, otros la ganarán ellos”, explica la guionista salmantina, “pero cuando entiendes que todos remáis a favor de un objetivo muy claro, que es que la serie salga adelante, todo es mucho más fácil”.  

Guillermo Escobedo

Jose Ángel Domínguez

FUNCIONES 

“Hay cierta confusión sobre lo que realmente hacemos”, asegura Escobedo. “Hay quien piensa que solo intervenimos cuando hay que mover una secuencia de exterior a interior o cuando un capítulo va largo y hay que recortarlo pero eso es sólo una parte”. Sentimiento con el que coincide Balbás: “Nuestra función es más amplia de lo que suele pensarse”. De hecho, María Alarcón, que lleva unos veinte años trabajando en series de televisión, destaca el papel del guionista de plató “incluso en la preproducción”, ya que siempre surgen dudas, problemas y contratiempos que precisan de una reescritura “más o menos profunda”.  

 

Para Balbás, “la función más importante es la elaboración de la versión definitiva de los guiones ya adaptados a los requerimientos de los distintos departamentos”.  En el caso de las series en las que Escobedo ha trabajado como guionista de plató, se suelen hacer dos: “Una es la VGP, que consiste en incorporar mis notas y las de producción ejecutiva, negociadas con coordinación de guion”, explica. “La otra es la versión DEF, que se elabora junto al director que va a rodar esos capítulos”. 

Casandra Balbás

Una de las labores más habituales del guionista de plató es la elaboración de separatas, esos documentos con extractos del guion de lo que se va a rodar, añadiendo cualquier cambio de última hora. Por ejemplo, si se tiene previsto grabar una secuencia en exteriores pero las condiciones climáticas se prevén adversas, el guionista de plató debe poder trasladarla a un interior y readaptarla para que no se note el cambio: “Lo fundamental es tener claro que es imposible llegar a todo”, defiende Arias: “¡Pero hay que intentarlo!”. Por eso es necesario que el guionista de plató tenga muy claro “qué se está contando en cada secuencia, cuál es el pulso narrativo y cuáles son las motivaciones de los personajes”, con independencia de lo que se pueda haber añadido en el camino.  

 

Alarcón señala la redacción de ficticios como una de las funciones más desconocidas del puesto. Se trata de periódicos, cartas o documentos que salen en escena: “En el guion sólo aparece el fragmento implicado en la narración, pero en pantalla debe verse entero”. También se controla a diario la duración de los capítulos, para evitar que lleguen demasiado largos o cortos a montaje. Cada minuto que se rueda y no se emite es dinero que se pierde”.  

Lo mismo cuenta Héctor Beltrán, que ha trabajado como coordinador de guion en set durante la segunda temporada de Reina Roja: “No se puede dudar porque está todo el equipo esperando”, advierte. “En un rodaje el tiempo es dinero”, así que su trabajo requiere solucionar las cosas muy rápido para que la maquinaria de la serie siga en marcha. “Estás con la serie en la cabeza todo el rato”, asegura.  

 

Su papel en esta serie de Prime Video tiene una diferencia clave respecto al resto de guionistas entrevistados: en Reina Roja no hay plató, se graba casi todo en localizaciones reales. “Yo tenía horarios de rodaje”, asegura Héctor, “mientras que el guionista de plató de una diaria tiene un horario más de oficina”. A pesar de esas diferencias, Beltrán confirma que su cabeza tiene que funcionar igual que si estuviera en una diaria: “siempre de atrás adelante para que no se descuadre el puzzle que es la serie”. 

 

CUALIDADES 

María Alarcón considera que la persona que desempeñe este papel ha de ser “resolutiva” y “empática” porque cuando recurren a ella suele ser porque ya han probado todo lo que estaba en sus manos para solucionar el problema. Nadie quiere ser el responsable de que salga una nueva separata”. Jose Domínguez, por su parte, considera que el guionista de plató debe saber cuándo ser asertivo. “Normalmente, los guionistas somos un poco ratones de biblioteca, pero un puesto de guionista de plató te obliga a ser todo lo contrario”. Es importante, además, que sepa construir buenas relaciones con todo el equipo para poder solucionar imprevistos de última hora. “A lo mejor tienes que modificar una secuencia que se graba en una hora”, cuenta Domínguez. En esos momentos, él aboga por “no dejarse llevar por el pánico”. 

 

Para intentar conseguirlo, el guionista de plató debe ser una persona resolutiva y eficaz. Beatriz Arias confiesa que le ayuda mucho tener documentos con resúmenes y hojas de Excel. Sin embargo, por mucho que se prepare, confiesa que siempre hay un momento en que el ritmo te pasa por encima y no puedes actualizar esos documentos como querrías”. Es entonces cuando, para Casandra Balbás, entra en juego otro de los rasgos de un guionista de plató: tener buen criterio. Aunque también reconoce que “eso te lo da la experiencia”.  

 

Por ese motivo, quien empieza a trabajar como guionista de plató suele tener ya cierto conocimiento del puesto: ” Tengo la sensación de que ya había ejercido un rol similar en otros trabajos”, asegura Arias, que considera que su experiencia como guionista de la prueba de exteriores de MasterChef fue “clave” para que le dieran el trabajo en Cuatro Estrellas: “Gran parte del trabajo sucedía en plena grabación y tenía que escribir a toda velocidad”. 

 

La experiencia también ayudó a José Ángel Domínguez en sus inicios: “Había trabajado como analista de guión en El secreto de Puente Viejo o Acacias 38”, explica. Gracias a ello, ya sabía cómo se hacía una serie diaria. “Algo fundamental para un guionista de plató. Para adquirir esa experiencia también funciona conseguir prácticas, que fue la vía de entrada para Guillermo Escobedo en Mercado Central: “Entré a través de unas prácticas que ofrecía el guionista de plató de la serie, David Méndez”. 

Beatriz Arias

 

EL NEXO DE UNIÓN 

Siguiendo la definición de Casandra Balbás al inicio del artículo, Beatriz Arias también utiliza la palabra “nexo” para hablar del papel del guionista de plató:En Cuatro Estrellas tenía comunicación casi diaria con los coordinadores de la serie”, asegura. “Era imprescindible para saber si un cambio que planeaba hacer un director de bloque no iba a repercutir en las tramas de futuros capítulos”. A este respecto, María Alarcón menciona una anécdota que demuestra la importancia de que la guionista de plató esté atenta a todo. En una ocasión se dio cuenta de que no estaban grabando la secuencia correcta gracias a que tenían un monitor en la oficina con la señal de grabación en directo. Había salido una separata con cambios en el texto pero no se había repartido. Gracias a que ella se sabía el texto “de memoria” pudo avisar a tiempo a todo el equipo.  

 

Por su parte, Balbás, que a día de hoy trabaja como editora de escaletas en Valle Salvaje, trabaja codo con codo” junto a la actual guionista de plató, Elisa Lucía Jareño, que permanece en contacto continuo con los coordinadores. “Son ellos los que diseñan el futuro de la serie” asegura Escobedo. Sin embargo, no son los únicos que hablan con el guionista en el plató. Domínguez relata que en ocasiones era el equipo de vestuario quien acudía a él porque no encontraban un vestido del que se hablaba en la secuencia o el equipo de peluquería se daba cuenta de que un personaje no llevaba el pelo recogido como marcaba el guion. 

 

Héctor Beltrán, por su parte, estuvo muy cerca no solo de Koldo Serra, director de la serie y al que conocía como su profesor en el Máster de guión de Salamanca, sino también de Elena Medina, Productora Ejecutiva y guionista de la serie. “Durante el pase de texto revisábamos el guion para anotar todo lo que hiciera falta”. Aunque, más allá del equipo técnico, el guionista de plató también trabaja con los intérpretes: “Trabajar con las dudas de los actores es la parte que más he disfrutado”, asegura. Escobedo, por su parte, advierte: “Estás trabajando con guiones que todavía no les han llegado y eso puede llevar a que quieran saber más de lo que puedes contarles”. 

 

En lo que sí coinciden es que estar en contacto con los distintos departamentos les ayuda a mejorar como guionistas: «A la hora de escribir es interesante saber cómo lo que escribimos se traslada en términos de producción”, asegura Beltrán: “Para mí ha sido como otro Máster”.  

 

Al final, a pesar de que cada equipo y cada serie son mundos diferentes, todos coinciden  también en que la importancia del guionista de plató es primordial para que el espectador no sea consciente de lo difícil que es sacar cada capítulo adelante. Si lo hacen bien, nadie se entera. Quizá sea por eso por lo que su trabajo es poco reconocido.  

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