Desde hace varios años, la producción de series en España ha ido en aumento. La combinación de la inversión extranjera, la consolidación de las plataformas y una industria cada vez más profesionalizada han permitido que nuestro país se posicione como uno de los principales proveedores de ficción en Europa. Con una estrategia clara de diversificación, los creadores están explorando nuevas formas de contar historias y expandiendo los límites de los géneros tradicionales.
Este año, el thriller y el drama siguen siendo los géneros predominantes, y en general se observa una mayor presencia de formatos como comedias musicales, biografías y distopías, lo que indica una voluntad de explorar territorios poco transitados.
También encontramos una combinación entre historia y ficción, como podrían ser Asuntos internos (RTVE, Mediacrest), ambientada en el Madrid de 1979 y que combina suspense y corrupción policial en torno a un inspector que investiga a sus propios compañeros mientras el país avanza hacia la democracia. Por su parte, La canción (Movistar Plus+, Buendía Estudios), que llegará el 8 de mayo, revisita la victoria de Massiel en Eurovisión a través de una historia que entrelaza la política de la época con los entresijos del certamen musical.
Recientemente, las productoras han potenciado historias que abordan temáticas actuales como la crisis económica, el feminismo o los cambios generacionales, reflejados en producciones como Custodia repartida (Disney+, The Immigrant) o Ella, maldita alma (Telecinco, Plano a Plano). En el primer caso, la historia se centra en el conflicto de una pareja divorciada que lucha por la custodia de sus hijos en un contexto donde las diferencias económicas y las nuevas dinámicas familiares complican aún más la situación. Mientras que en el segundo, se explora el impacto de las relaciones tóxicas y la manipulación emocional a través de una protagonista que intenta reconstruirse tras una experiencia traumática, enfrentándose a los prejuicios y a sus propios fantasmas del pasado.
La inclusión de nuevas narrativas es evidente así como la fusión de géneros, dando lugar a producciones innovadoras. Un claro ejemplo es Mariliendre (Atresplayer, de Suma Content, la productora de Javier Ambrossi y Javier Calvo), que se estrena el 27 de abril, una propuesta que combina la comedia con el musical para ofrecer una historia sobre la amistad y la nostalgia de la escena nocturna madrileña.
Esta serie sigue la estela de otros programas dirigidos al colectivo LGBTIQ+ (y aliados), buscando trasladar a la ficción el éxito de espacios como Drag Race España. En ficción, la popular Veneno marcó el camino para esta plataforma, que apuesta básicamente por estrenar ficción española y apenas cuenta con contenido internacional. Muchas de sus series pasan con posterioridad a Antena 3.

MARILIENDRE. atresplayer.
EL ADN DE LAS PLATAFORMAS
En la guerra del streaming, cada plataforma ha desarrollado su propia identidad. Netflix, Movistar+, Prime Video y Atresmedia continúan dominando el mercado de estrenos de ficción española, con catálogos amplios y apuestas arriesgadas, mientras que Disney+, Max y SkyShowtime buscan consolidar su propio espacio con apuestas diferenciadas. También Filmin incluye algunas series de producción propia que llegan con cuentagotas, aunque en general su punto fuerte es el cine de autor y clásico. Finalmente, tanto Flixolé como AMC+ no incluyen producción española ni tienen previsto hacerlo.
Mientras Netflix apuesta por la cantidad y la diversidad de formatos y ha conseguido que los críticos hablen de «un estilo narrativo propio», Max refuerza su prestigio con producciones de alto nivel como Cuando nadie nos ve (Zeta Studios), un thriller con Maribel Verdú. Por su parte, Prime Video equilibra sus grandes estrenos de cine español con ficciones locales variadas incluyendo thrillers como Reina Roja 2: Loba Negra (Dopamine y Focus) o Punto Nemo (de Ficción Producciones y Ukbar Filmes), una serie de supervivencia en una isla remota protagonizada por rostros conocidos como Óscar Jaenada y Najwa Nimri.
La apuesta de Movistar Plus+ por la ficción original este año es muy ambiciosa. Domingo Corral, director de contenidos, celebra el éxito de producciones como Los años nuevos (Venecia), Querer y Celeste (San Sebastián) en los festivales más prestigiosos Este año llegarán 11 títulos, entre nuevas series y temporadas, que combinan calidad y riesgo creativo, consolidando la identidad de la plataforma.
Proyectos como Yo siempre a veces (Suma Content y producida por Los Javis); la comedia histórica La vida breve (de Zeta Studios) con Javier Gutiérrez o La Caza. Irati (DLO Producciones), ambientada en Navarra y con Megan Montaner, reflejan una diversidad que abarca géneros y talentos destacados.
Esta estrategia, apoyada en colaboraciones con las principales productoras como Buendía Estudios o Filmax, mantiene un equilibrio entre la mirada autoral y el impacto comercial, posicionando a Movistar Plus+ como un referente en la ficción local con proyección internacional.

MANUAL PARA SEÑORITAS. Netflix.
PRODUCCIONES DE CALIDAD
La competencia ha elevado la calidad de estas producciones, impulsando una mayor inversión en diseño de producción, narrativas más elaboradas y ambiciosas y repartos de primer nivel. Además, ha incentivado la colaboración entre productoras nacionales e internacionales, abriendo nuevas oportunidades para la exportación de contenido español.
Las alianzas con estudios extranjeros y la inversión en coproducciones se han convertido en una estrategia fundamental. Proyectos como El refugio atómico (Netflix, producida por Vancouver Media) o Terra Alta (Movistar Plus +, un thriller policíaco de Secuoya Studios) evidencian un interés creciente por las producciones con aspiraciones globales, manteniendo un pie en las narrativas de nuestro país, pero con miras al mercado internacional. La participación de actores y directores de renombre – algo especialmente significativo en el caso de Movistar Plus+ – también refuerza esta estrategia, atrayendo tanto a la audiencia nacional como a espectadores internacionales. Y es que desde hace años y gracias al streaming la ficción española es muy seguida y valorada en todo el mundo, especialmente en Latinoamérica y Estados Unidos.

CUSTODIA REPARTIDA. Disney+.
EXPANSIÓN Y DESAFÍOS ACTUALES
El auge de la ficción televisiva en España no es un fenómeno aislado. En los últimos años, el empleo en el sector audiovisual ha crecido notablemente, impulsado en gran parte por el auge de rodajes internacionales y la demanda de contenido para plataformas. España se ha posicionado como el principal proveedor de producciones de Netflix en la Unión Europea y sigue liderando, junto con Reino Unido, la creación de contenido para el mercado digital europeo.
Tres elementos han sido claves en esta expansión: la mejora tecnológica y la consolidación del streaming, que han permitido ampliar la oferta y experimentar con formatos innovadores; las ventajas fiscales y la diversidad de localizaciones en España, que han convertido al país en un destino atractivo para grandes rodajes internacionales (como por ejemplo la nueva temporada de la serie de AMC, The Walking Dead: Daryl Dixon ambientada en nuestro país); y la alta formación de los profesionales del sector, que han conseguido destacar en un mercado global altamente competitivo.
No obstante, también persisten desafíos importantes: la sobreproducción de contenidos, que puede saturar a las audiencias; la competencia con otros países productores de ficción; la precariedad laboral en algunas áreas del sector; y la irrupción de la inteligencia artificial, que plantea dudas sobre el futuro de ciertos puestos de trabajo en la creación de contenido.
Pero si las series high concept (con una premisa original, llamativa y fácil de resumir en una sola frase, lo que las hace inmediatamente identificables y atractivas para el público) son territorio del streaming, las ficciones diarias lo son de momento de la televisión en abierto, y están experimentando un auge significativo.

LOS SIN NOMBRE. Movistar Plus+.
Con La Promesa ganando un Emmy Internacional y La Moderna compitiendo en la misma categoría, RTVE ha demostrado que estas producciones pueden alcanzar altos niveles de reconocimiento. Sin embargo, la Corporación pública evalúa ajustes en su estrategia, considerando que tres series diarias seguidas en la programación pueden ser excesivas. A pesar de ello, el modelo sigue siendo rentable y atractivo, tanto para la audiencia lineal como para, con posterioridad, pasar a ser emitidas en sus servicios BVOD (Broadcaster Video On Demand). Recientemente Telecinco se ha sumado a Antena 3 y RTVE con el estreno de La Favorita, 1922 (primera serie de Bambú Producciones para este canal).
En cualquier caso, la mayoría de la producción televisiva sigue esquemas tradicionales, mientras que una ínfima minoría representa una verdadera innovación. Encontrar un equilibrio entre la seguridad de las fórmulas probadas y la necesidad de ofrecer contenidos frescos que incentiven los abonos a las plataformas de pago es el principal desafío de la industria. En cualquier caso, la adaptación de historias locales con identidad propia se presenta como una de las claves para diferenciarse en un mercado saturado.
El panorama de las series españolas para 2025 refleja una industria vibrante y en crecimiento, un escenario en el que la creatividad y la estrategia comercial deben ir de la mano para asegurar el futuro de la ficción española.
Este artículo ha sido publicado en el número de abril 2025 de la revista TIVÙ España. Puede descargarla aquí.
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