La animación, motor estratégico

La industria española de la animación y los efectos visuales se encuentra en una fase de profunda transformación, marcada por la convergencia de cambios tecnológicos, nuevos hábitos de consumo y un contexto internacional cada vez más interconectado.

Lo que hace apenas una década era un sector emergente con aspiraciones globales, hoy se ha consolidado como una de las puntas de lanza del audiovisual español, tanto en términos creativos como económicos. Esta evolución queda plasmada en el Libro Blanco de la Animación y los VFX 2024, un informe elaborado por Diboos con el apoyo de ICEX y EGEDA, que ofrece una radiografía detallada y actualizada de un ecosistema que no solo resiste los embates del cambio, sino que ha sabido posicionarse como un actor estratégico a nivel internacional.

Imagen del informe recientemente publicado sobre la industria española de la animación y los efectos visuales

El informe, que actualiza el anterior estudio de referencia publicado en 2018, plantea una visión integral del sector que abarca múltiples dimensiones: desde el tejido empresarial y la producción de contenidos hasta los recursos humanos, las dinámicas de coproducción, los marcos scales, la distribución y las tendencias de consumo. Uno de los principales mensajes que emergen del documento es que la animación y los efectos visuales españoles han dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad consolidada, con un elevado grado de internacionalización y una creciente relevancia cultural y económica.

Uno de los datos más contundentes es que el 70% de la facturación del sector proviene del mercado internacional, lo que posiciona a España como uno de los hubs creativos más sólidos de Europa. Este impulso exterior no es una excepción, sino una tendencia estructural que se refuerza con el éxito sostenido de títulos como Robot Dreams, Momias, Tadeo Jones o Klaus, cuya proyección en festivales, taquillas y plataformas de streaming globales. Esto demuestra la madurez de un modelo que combina calidad artística, profesionalización técnica y una sólida capacidad de producción.

Imagen de CLAN TV de RTVE

Aunque Madrid y Barcelona concentran buena parte de las empresas, el informe también destaca el crecimiento de polos regionales como Canarias —apoyado por un régimen fiscal favorable—, Galicia, País Vasco o Andalucía. En conjunto, el sector cuenta ya con más de 3.000 empresas registradas bajo los códigos CNAE específicos de producción audiovisual, lo que supone un incremento del 16,8% desde el último informe. A este dinamismo empresarial se suma el aumento del empleo: un 26,1% más de trabajadores y un 49,1% más de profesionales autónomos, lo que reeja una expansión sostenida en todos los niveles.

El auge de la animación no se explica solo por la solidez de su estructura productiva, sino también por su capacidad de adaptación a los nuevos formatos de consumo y distribución. Uno de los aspectos más relevantes que destaca el informe es el papel central que sigue jugando la televisión en sus distintas modalidades, especialmente en el caso del público infantil. Canales como Clan, Boing siguen siendo puntos de acceso esenciales al contenido animado, aunque el panorama está cambiando rápidamente. El caso de Disney Channel es ilustrativo: tras décadas de presencia en abierto, cesó sus emisiones para centrarse en su oferta de pago y en su plataforma digital Disney+, lo que refleja el giro del modelo lineal tradicional hacia ecosistemas digitales más personalizados. Esta transformación se inscribe en un cambio estructural más amplio: el desplazamiento del consumo desde la televisión lineal hacia plataformas bajo demanda, canales FAST (Free Ad-supported Streaming TV) y televisión conectada. La proliferación de dispositivos como Smart TVs, tablets y móviles ha acelerado esta transición, consolidando un modelo de consumo cada vez más individualizado, extendido y flexible. El público infantil, en particular, ha sido protagonista de este proceso, accediendo a contenidos animados en cualquier momento y desde cualquier lugar.

En este nuevo entorno, plataformas como YouTube, servicios SVOD como Netflix o Max, y entornos interactivos como Roblox han cambiado radicalmente la manera de distribuir, monetizar y consumir animación. Según el informe, más del 59% de los hogares españoles están suscritos a algún tipo de servicio de contenidos culturales digitales, lo que convierte al streaming en uno de los principales motores del cambio industrial. Este fenómeno ha tenido un impacto directo en la producción nacional, que ha sabido posicionarse como proveedora de contenidos originales para grandes operadores internacionales, reforzando su perfil exportador.

A pesar de la hegemonía creciente del entorno digital, la televisión de pago continúa siendo un actor clave. El informe, con datos de 2022, muestra que operadores como Movistar+, Vodafone TV, Orange TV – ahora MasOrange – han consolidado una oferta de canales temática y robusta, donde el contenido infantil y la animación ocupan un lugar destacado. Esta oferta incluye canales infantiles de presencia notable, como Disney Junior.

Foto de familia de la presentación del informe sobre la industria española de la animación y los efectos visuales

El informe pone también en valor el papel estratégico que desempeñan las televisiones públicas autonómicas, como TV3, ETB, À Punt o TVG, especialmente en la difusión de contenidos infantiles en lenguas cooficiales. A través de sus canales tradicionales y plataformas digitales, estas entidades no solo refuerzan la identidad cultural de cada territorio, sino que también mantienen una demanda estable que permite a muchas productoras locales sostener su actividad. Este modelo de colaboración territorial se propone como una vía eficaz para contrarrestar la concentración del mercado en los grandes núcleos urbanos y fomentar la producción de animación descentralizada.

Uno de los fenómenos más dinámicos descritos en el informe es el crecimiento de los canales FAST, que representan una alternativa híbrida entre el modelo lineal tradicional y la lógica del contenido bajo demanda. Su funcionamiento, basado en la emisión continua de programación financiada por publicidad, se adapta perfectamente al entorno de la televisión conectada y permite a los usuarios acceder a contenido gratuito sin necesidad de suscripción. Para el sector de la animación, este modelo ofrece nuevas oportunidades para monetizar catálogos y explorar formatos alternativos con menor riesgo. La expansión del contenido animado en plataformas de streaming también ha impulsado un auge de las coproducciones internacionales. La flexibilización de los marcos regulatorios, junto con el interés creciente de estudios y distribuidores globales, ha facilitado la colaboración entre productoras españolas y socios extranjeros para desarrollar proyectos orientados desde el inicio al mercado internacional. Esta tendencia responde tanto a criterios económicos como a la necesidad de diseñar productos con vocación global desde su propia concepción.

No obstante, el informe advierte que persisten diversos obstáculos. La falta de armonización normativa entre países, la complejidad administrativa o las dificultades para acceder a incentivos fiscales cuando se trata de coproducciones para televisión siguen siendo barreras significativas. Asimismo, se señala la fragmentación del ecosistema empresarial español, compuesto en su mayoría por microempresas con recursos limitados y actividad irregular. Esta estructura debilita la capacidad del sector para captar financiación internacional y competir en igualdad de condiciones en el mercado global.

Otro desafío preocupante es la fuga de talento. A pesar de que España forma a profesionales altamente cualificados, muchos optan por buscar oportunidades en el extranjero ante la escasez de ofertas estables en territorio nacional, especialmente en el ámbito de los efectos visuales. Esta tendencia pone en riesgo la sostenibilidad del capital humano necesario para mantener el crecimiento de la industria.

La población infantil en España dedicó una media diaria de aproximadamente 100 minutos a estar delante de una pantalla en 2023, según el informe La Falta de Juego en la Infancia de la Fundación Crecer Jugando junto a la UCM y la AIJU

El capítulo dedicado a la fiscalidad y los incentivos propone una batería de medidas para fortalecer el ecosistema. Aunque se valora positivamente la reciente reforma del artículo 36.1 de la Ley del Impuesto de Sociedades, se reclama una mayor compatibilidad entre las ayudas nacionales y europeas, así como un incremento en los porcentajes de deducción para las obras de animación que cuenten con nacionalidad y certificado cultural. Entre las propuestas destacadas del informe se encuentran la creación de un laboratorio nacional para la innovación en VFX, el establecimiento de una ventanilla única para gestionar deducciones fiscales internacionales y la puesta en marcha de ayudas específicas para fomentar el empleo, con especial atención a las prácticas profesionales.

El informe concluye que es necesario articular una estrategia estatal ambiciosa y coordinada que reconozca a la animación y los efectos visuales como sectores estratégicos dentro de la industria cultural española. Eventos como Weird Market, Animar o el Foro Quirino son señalados como puntos de encuentro fundamentales para el posicionamiento internacional del sector, aunque se subraya la necesidad de un mayor respaldo institucional para consolidar su impacto.

El Libro Blanco 2024 deja claro que el futuro de la animación en España pasa por una integración cada vez más estrecha entre producción creativa, tecnologías digitales avanzadas y nuevos modelos de distribución. En un ecosistema audiovisual híbrido y en constante evolución, donde convergen la televisión tradicional, la conectada, el streaming, los canales FAST y las plataformas globales, el éxito dependerá de la capacidad para combinar calidad narrativa, visión estratégica y profundo conocimiento del comportamiento de las audiencias.

España parte con ventajas indiscutibles: talento consolidado, infraestructura tecnológica, atractivo cultural y un idioma que abre puertas en múltiples mercados, en especial el Latinoamericano y el de Estados Unidos. Sin embargo, necesita una política industrial a la altura de su potencial, capaz de garantizar un entorno estable, competitivo y sostenible para que el sector de la animación y los efectos visuales no solo crezca, sino que lidere la transformación del audiovisual en la era digital.

Lejos de reducir su presencia, la animación se está expandiendo en todas las ventanas posibles: televisión en abierto, plataformas de streaming, canales autonómicos, televisión de pago y canales FAST. En este escenario, la televisión —en todas sus formas— no solo no desaparece de la ecuación, sino que se convierte en una aliada imprescindible para llevar la animación española más lejos que nunca.

El artículo ha sido publicado en el número de Tivù España de mayo de 2025, que puedes descargar gratis o suscribirte para recibirlo.

© REPRODUCCIÓN CONFIDENCIAL