La investigación abierta el pasado 11 de octubre por la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA, por sus siglas en inglés) del Reino Unido sobre presuntas prácticas anticompetitivas en la industria audiovisual británica ha sido extendida hasta octubre de este año. Las presuntas infracciones se refieren a la contratación de trabajadores autónomos y empleados en los sectores de producción, creación y transmisión de contenidos en el Reino Unido (excluyendo contenido deportivo).
Las entidades involucradas (aunque no serían las únicas) son la BBC, Hartswood Films, Hat Trick Productions, ITV, Red Planet Pictures, Sister Pictures y Tiger Aspect Productions. Se sospecha que estas empresas han acordado informalmente fijar los salarios de los trabajadores autónomos, cuando la ley británica requiere negociaciones independientes o a través de una negociación colectiva formal. «En este momento, la CMA considera que hay bases razonables para sospechar una o más violaciones de la ley de competencia», según se lee en el comunicado oficial.
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