Leonine Studios (Alemania) y Mediawan (Francia) certifican su fusión definitiva

La compañía alemana Leonine Studios se ha fusionado con el grupo francés Mediawan con la que unirán 85 productoras y un catálogo de 30.000 horas en un estudio europeo presente en 13 países. Tal y como estiman ambas empresas, la operación generaría unos ingresos que rondan los 1.000 millones de euros.

Ya en 2020, Mediawan había adquirido el 25% de Leonine, por lo que con este movimiento certifican la unión definitiva y completa para la que se estaban preparando. Además, Mediawan logra con este acuerdo profundizar en su estrategia de crear un estudio paneuropeo con presencia en todo el mundo, pues ya está asentado en Francia, Italia, España, Alemania, el Benelux, Reino Unido, los países Nórdicos, Estados Unidos, Asia y África.

Mediawan aterrizó en España a finales de 2020, donde posee las productoras Good Mood, Weekend Studio, Boomerang TV y Veranda, que consiguió integrar cuando el grupo adquirió Lagardere.

Esta operación no impedirá tampoco a Pierre-Antoine Capton continuar como CEO de la compañía. Capton seguirá controlando el grupo junto a sus fundadores Xavier Niel y Matthieu Pigasse, con el apoyo de KKR y otros socios. Por su parte, Fred Kogel, fundador de Leonine, encabezará las operaciones en los mercados de habla no germana y se unirá al comité ejecutivo de Mediawan.

Leonine nació en 2019 gracias al apoyo de las firmas de inversión KKR y Atwater Capital. Para ello, Kogel adquirió y fusionó TMG, Universum Film, i&u TV and Wiedemann & Berg Film, y más adelante, W&B Television, SEO Entertainment, Hyperbole, BeetzBros Film Production y Toon2Tango.

Desde entonces, a lo largo de cinco años Leonine ha crecido como una de las principales compañías en el mercado de habla germana. Lo certifican importantes producciones internacionales como la exitosa serie Dark de Netflix o la miniserie documental sobre la figura del rey emérito, Juan Carlos I: La caída del rey, disponible en Movistar + gracias a Skyshowtime.

Por el momento, la operación todavía necesita la aprobación de las autoridades de Alemania y Austria.