Netflix ha iniciado una renovación de su interfaz televisiva, que llegará a más de 300 millones de hogares suscriptores en todo el mundo en las próximas semanas. El rediseño, que se caracteriza por un aspecto más limpio y moderno, busca responder a las nuevas formas de consumo audiovisual y facilitar el descubrimiento de contenidos en un entorno cada vez más diverso.
“Es el mismo Netflix que conoces y adoras, solo que mejor”, afirmó Eunice Kim, Chief Product Officer de la plataforma, durante una rueda de prensa reciente. Aunque la compañía ha introducido mejoras constantes en la última década, muchas de ellas pasaban desapercibidas para el usuario. En esta ocasión, sin embargo, se trata de una transformación visible, estructural y orientada a enriquecer la experiencia.
La nueva interfaz pretende ser más clara e intuitiva, reflejando la amplitud del catálogo actual, que va más allá de películas y series para incluir eventos en directo, retransmisiones deportivas y videojuegos ejecutables desde la nube. “Necesitábamos un lienzo que nos permitiese avisar al usuario de que algo está ocurriendo ahora mismo”, subrayó Kim, destacando la versatilidad del nuevo diseño frente al modelo anterior, pensado para un consumo más lineal.
Elisabeth Stone, Chief Technology Officer de Netflix, remarcó que la nueva arquitectura permitirá mayor agilidad para implementar innovaciones futuras. Una de las principales mejoras es la navegación: se eliminan las complejas combinaciones de desplazamiento que dificultaban la comprensión de los títulos disponibles. En su lugar, los elementos clave para decidir qué ver —como reconocimientos, posición en rankings o afinidad con gustos previos— se colocan en primer plano, mientras que accesos importantes como “Buscar” o “Mi lista” ganan visibilidad al ubicarse en la parte superior de la pantalla.
En paralelo, Netflix ha evolucionado su sistema de recomendaciones. “Hasta ahora, hemos empleado aprendizaje automático e inteligencia artificial para sugerir títulos basándonos en tu historial de visionado”, explicó Stone. La novedad reside en que el sistema ahora podrá adaptarse mejor a señales más inmediatas, como el tipo de contenido que se busca, los tráilers que se reproducen o las búsquedas puntuales de actores. “No siempre sabemos qué te apetece en ese instante”, dijo, señalando que la plataforma podrá reaccionar de forma más precisa a estados de ánimo y contextos particulares. Incluso se contempla la incorporación futura de indicaciones explícitas por parte del usuario.
La experiencia de descubrimiento también se verá enriquecida por el uso de inteligencia artificial generativa, inicialmente aplicada al motor de búsqueda. La plataforma permitirá realizar consultas conversacionales del tipo “quiero algo divertido y optimista” o “algo que dé miedo, pero no demasiado, y con un punto gracioso”. Para esta función, Netflix ha trabajado con OpenAI, integrando sus modelos base y adaptándolos con datos propios sobre su catálogo y usuarios.
En el ámbito móvil, Netflix también está implementando novedades: comenzará a probar un feed vertical de clips de contenido propio, pensado para facilitar el descubrimiento en un formato más cercano al consumo habitual en redes sociales. Los usuarios podrán interactuar con estos vídeos añadiéndolos a su lista, compartiéndolos o accediendo directamente al título completo. Esta prueba incluirá tanto a quienes usan planes con anuncios como a quienes tienen suscripciones sin publicidad.
Por último, Stone también destacó los avances técnicos en la red de distribución OpenConnect, operativa desde 2012, que garantiza la entrega eficiente de contenidos a escala global. La inteligencia artificial ya optimiza la calidad de la transmisión en tiempo real, incluso en conexiones inestables. Ahora, el reto está en aplicar esta capacidad a formatos más exigentes, como el directo y los videojuegos en la nube, donde el contenido debe llegar sin demoras, incluso durante picos masivos de audiencia.
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