Por RTVERTVE Play prepara, junto con En Cero Coma, sello de Fremantle España, la miniserie documental El loco: Los silencios de Quintero, la cual analizará, a lo largo de dos episodios, la vida y obra de Jesús Quintero, el mítico periodista y comunicador fallecido hace dos años.
La producción ofrecerá un retrato personal y profesional de Quintero a través de archivo inédito y de testimonios exclusivos de su entorno más cercano, como sus hijas, Andrea y Lola Quintero, que recuerdan por primera vez su figura, así como de su ex pareja, la periodista Joana Bonet, y de grandes figuras del periodismo español como Àngels Barceló o José María García.
El Loco: Los silencios de Quintero, será un original de RTVE Play, donde llegará tras su estreno el próximo mes de noviembre en el Festival de Cine Europeo de Sevilla.
José Rueda y Rocío Cañaveras ejercen como directores de la serie, que ofrecerá una radiografía profesional y sentimental de este personaje que dejó más de 10.000 horas de entrevistas y cientos de horas de lo que ocurría tras las cámaras cuando los focos se apagaban. Momentos inéditos y reflexiones que verán, por primera vez, la luz. La serie desvela también su desconocida faceta personal, como padre y pareja.
Y es que Jesús Quintero es uno de los comunicadores más influyentes de nuestro país. Creador de un estilo y escuela propia, basada en la originalidad de sus entrevistas con los invitados, que aplicó a sus míticos programas como El loco de la colina, El perro verde o Ratones Coloraos, Quintero generó un gran impacto en los medios de comunicación españoles a lo largo de sus tres décadas de dedicación profesional.
Por eso mismo, el documental no se ciñe exclusivamente en analizar su trayectoria profesional y su relación con los medios, pues retrata también al mismo Quintero, a la persona que fue tragada por el personaje. Al Quintero esnob que utilizaba su vestimenta para ocultar que no soportaba el paso del tiempo. Al hombre fascinado por las mujeres. Al padre que entraba en éxtasis al mirar a sus hijas, sus niñas; pero al que, sin embargo, la paternidad se le hacía por momentos compleja. Al enamorado de su tierra, que tenía un foco en su azotea para iluminar la Giralda por si se apagaba. Y al loco, que luchaba contra sus propias debilidades.
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