¿Mercado en transición o en crisis?

«Transición». Esta es la consigna que repiten con insistencia y cierta convicción los principales actores del mercado televisivo internacional. Pero, ¿qué significa este término? ¿Qué esconde? A escala mundial, se sigue hablando de plataformas y cadenas de televisión que intentan adaptarse a esta fase de transición, que conlleva reducciones de plantilla para optimizar los costes de explotación. Los recortes también han afectado a los contenidos, con una importante bajada de las inversiones (o volverse “selectivos”, tal como les gusta decir eufemísticamente a los operadores) y el abandono del modelo de exclusividad del streaming. Entre otros motivos, porque las cadenas y las plataformas se han dado cuenta de que las licencias son una alternativa más barata para ampliar su oferta. La situación parece paradójica, ya que el negocio aumenta en cuanto a lanzamientos, pero la inversión disminuye. Así pues, para entender el verdadero significado del término “transición” aplicado al mundo de la televisión, podemos buscar aparentes sinónimos como “incertidumbre” o “crisis”, eso es cuestión de gustos. ¿Y en España? RTVE sigue en (perpetua) transición, al igual que Mediaset, que está muy atareada perfeccionando la metamorfosis puesta en marcha por su director ejecutivo, Alessandro Salem. En líneas generales, el mercado de la producción está en tránsito y caen las inversiones de las plataformas en contenidos. En otras palabras, los parámetros para formular los proyectos están sufriendo recortes, a veces profundos, y retrasos que aún no es posible cuantificar. La transición también es tecnológica, ya que la inteligencia artificial alimenta las preocupantes previsiones sobre la protección de contenidos e impulsa, a la vez, los desarrollos imaginativos (también en términos de asequibilidad) para su uso en la creación y la producción. Lo cierto es que la transición, entendida como cambio, también puede tener una lectura positiva. Eso sí, siempre que no se sufra ni se alargue indefinidamente. Ya lo dijo Charles Darwin: «No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio». Es precisamente de este tipo de “reacción” sobre la que nos gustaría escribir en 2025, aunque —y esto se podría debatir con el Dr. Darwin— pensamos que, para aprovechar los cambios, la “especie televisiva” que surgirá de la transición actual no podrá evitar ser fuerte e inteligente a la vez.

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